En primer lugar, comprueba si estás utilizando una funda metálica en tu dispositivo móvil. Los materiales metálicos pueden interferir o apantallar las señales. Si utilizas una funda metálica, la antena del teléfono quedará envuelta en una especie de escudo, lo que afectará a la recepción de las señales de los satélites y, por tanto, a la precisión del posicionamiento móvil.
Si no utilizas una funda metálica, comprueba los cuatro puntos siguientes:
1. Red:
Asegúrate de que el teléfono esté conectado a internet y de que los servicios de Ubicación estén activados en la barra desplegable de notificaciones.
2. Ajustes de servicio:
Despliega la barra de notificaciones y mantén pulsado el icono de Servicios de localización para entrar en la pantalla de Ubicación. A continuación, pulsa en Ajustes avanzados y habilita el Búsqueda de redes Wi-Fi para mejorar la precisión de la localización, o bien pulsa en Mejorar precisión y habilita el Escaneo Wi-Fi para mejorar la precisión del posicionamiento.
Pulsa la flecha para comprobar el siguiente paso
3. Permisos de localización de software:
Abre Ajustes, escribe Gestor de permisos en la barra de búsqueda para acceder a la interfaz del Gestor de permisos, pulsa en Localización y habilita los permisos para las aplicaciones que no puedan utilizar las funciones de ubicación y navegación.
Pulsa la flecha para comprobar el siguiente paso
4. Aplicaciones de simulación de localización:
Si tienes este tipo de aplicaciones en tu teléfono, comprueba si la simulación de localización ha finalizado y cierra la aplicación. De lo contrario, afectará al uso de los servicios de localización por parte de otras aplicaciones, lo que puede provocar fallos en el posicionamiento móvil.
*En ausencia de señales de satélite GPS, la información de localización de aplicaciones de terceros la proporcionan servidores de terceros. En circunstancias normales, en estos casos puede haber una falta de precisión de hasta unos 100 metros.